martes, 8 de septiembre de 2009

Que historia...


Una inmensa tristeza invadió mi Corazón y mis ojos no se llenaron de lágrimas, sin poder evitar que corrieran por mi rostro afligido, al enterarme de la triste noticia de que una hermosa niña, con apenas 12 años, un año mayor que mi primera hija Virginia Waleska, le malograron la vida tras ser alcanzada por una bala el pasado 02 de septiembre en el sector Las Casitas de San Luis, municipio Santo Domingo Este.

El pensar que una madre es capaz de llegar lejos por alcanzar el bienestar de sus hijos, pues la madre de de Jennifer Stephan, quien cursaba el primero de bachillerato, es una inmigrante en la vecina isla de Puerto Rico. Esta mujer salió en busca de un mejor destino para su familia, obligada por la triste circunstancia de la vida, y regresa al país en medio del dolor y el sufrir por la perdida de su pequeña. Sus sueños han sido tronchados.

Ver las fotos e imágenes en los medios de comunicación de la familia con expresiones de dolor e impotencia y el rostro fresco y alegre de la niña con sus dos colas y su sonrisa de inocencia, me causaron más aflicción. ¡Que pena que destruyeran los sueños e ilusiones de la pequeña Jennifer!

Las autoridades deben a aclarar el hecho para que los responsables o el responsable de esta tragedia respondan por este lamentable suceso, aunque eso no devolverá la vida de esa inocente niña. Considero que las personas debemos tomar conciencia de lo que hacemos y en que circunstancia o lugar hacemos uso de un arma de fuego.


Que historia...

Una inmensa tristeza invadió mi Corazón y mis ojos no se llenaron de lágrimas, sin poder evitar que corrieran por mi rostro afligido, al enterarme de la triste noticia de que una hermosa niña, con apenas 12 años, un año mayor que mi primera hija Virginia Waleska, le malograron la vida tras ser alcanzada por una bala el pasado 02 de septiembre en el sector Las Casitas de San Luis, municipio Santo Domingo Este.

El pensar que una madre es capaz de llegar lejos por alcanzar el bienestar de sus hijos, pues la madre de de Jennifer Stephan, quien cursaba el primero de bachillerato, es una inmigrante en la vecina isla de Puerto Rico. Esta mujer salió en busca de un mejor destino para su familia, obligada por la triste circunstancia de la vida, y regresa al país en medio del dolor y el sufrir por la perdida de su pequeña. Sus sueños han sido tronchados.

Ver las fotos e imágenes en los medios de comunicación de la familia con expresiones de dolor e impotencia y el rostro fresco y alegre de la niña con sus dos colas y su sonrisa de inocencia, me causaron más aflicción. ¡Que pena que destruyeran los sueños e ilusiones de la pequeña Jennifer!

Las autoridades deben a aclarar el hecho para que los responsables o el responsable de esta tragedia respondan por este lamentable suceso, aunque eso no devolverá la vida de esa inocente niña. Considero que las personas debemos tomar conciencia de lo que hacemos y en que circunstancia o lugar hacemos uso de un arma de fuego.

Que historia...

Una inmensa tristeza invadió mi Corazón y mis ojos no se llenaron de lágrimas, sin poder evitar que corrieran por mi rostro afligido, al enterarme de la triste noticia de que una hermosa niña, con apenas 12 años, un año mayor que mi primera hija Virginia Waleska, le malograron la vida tras ser alcanzada por una bala el pasado 02 de septiembre en el sector Las Casitas de San Luis, municipio Santo Domingo Este.

El pensar que una madre es capaz de llegar lejos por alcanzar el bienestar de sus hijos, pues la madre de de Jennifer Stephan, quien cursaba el primero de bachillerato, es una inmigrante en la vecina isla de Puerto Rico. Esta mujer salió en busca de un mejor destino para su familia, obligada por la triste circunstancia de la vida, y regresa al país en medio del dolor y el sufrir por la perdida de su pequeña. Sus sueños han sido tronchados.

Ver las fotos e imágenes en los medios de comunicación de la familia con expresiones de dolor e impotencia y el rostro fresco y alegre de la niña con sus dos colas y su sonrisa de inocencia, me causaron más aflicción. ¡Que pena que destruyeran los sueños e ilusiones de la pequeña Jennifer!

Las autoridades deben a aclarar el hecho para que los responsables o el responsable de esta tragedia respondan por este lamentable suceso, aunque eso no devolverá la vida de esa inocente niña. Considero que las personas debemos tomar conciencia de lo que hacemos y en que circunstancia o lugar hacemos uso de un arma de fuego.

Que historia...


Una inmensa tristeza invadió mi Corazón y mis ojos no se llenaron de lágrimas, sin poder evitar que corrieran por mi rostro afligido, al enterarme de la triste noticia de que una hermosa niña, con apenas 12 años, un año mayor que mi primera hija Virginia Waleska, le malograron la vida tras ser alcanzada por una bala el pasado 02 de septiembre en el sector Las Casitas de San Luis, municipio Santo Domingo Este.

El pensar que una madre es capaz de llegar lejos por alcanzar el bienestar de sus hijos, pues la madre de de Jennifer Stephan, quien cursaba el primero de bachillerato, es una inmigrante en la vecina isla de Puerto Rico. Esta mujer salió en busca de un mejor destino para su familia, obligada por la triste circunstancia de la vida, y regresa al país en medio del dolor y el sufrir por la perdida de su pequeña. Sus sueños han sido tronchados.

Ver las fotos e imágenes en los medios de comunicación de la familia con expresiones de dolor e impotencia y el rostro fresco y alegre de la niña con sus dos colas y su sonrisa de inocencia, me causaron más aflicción. ¡Que pena que destruyeran los sueños e ilusiones de la pequeña Jennifer!

Las autoridades deben a aclarar el hecho para que los responsables o el responsable de esta tragedia respondan por este lamentable suceso, aunque eso no devolverá la vida de esa inocente niña. Considero que las personas debemos tomar conciencia de lo que hacemos y en que circunstancia o lugar hacemos uso de un arma de fuego.


viernes, 4 de septiembre de 2009

Asturias!!!



Esta mañana mientras leía el diario El Caribe, me encuentro con el nombre en grande de Asturias, lo que de inmediato me hizo claro pensar en mi queridísima amiga y hermana María Teresa Morel, que me contó su emocionante viaje hacia ese paraíso. Muy entretenida comienzo a leer, ver las ilustraciones del reportaje, trasládame a es hermoso lugar, inmenso en el verdor extraordinario que cuenta el autor.

Para mí sorpresa, el reportaje estaba firmado tanto textos como fotografías por mi preciosa niña!!!

Llena de emoción, le dije a mis compañeros de trabajo, quienes también la conocen, que el reportaje fue realizado por nuestra querida compañera María Teresa Morel.

Que chereve que los dominicanos que se encuentra fuera de nuestro país, puedan visitar hermosos e importantes lugares del mundo y dárnoslos a conocer por cualquier medio.
Suerte a mis compatriotas que viven por fuera de esta hermosa isla!!!